El Proyecto Democrático y la Realidad Sociopolítica
EL GOBIERNO DE HUGO CHÁVEZ
Fue electo en 1998 por los partidos:
Movimiento V República (MVR), Causa R, MAS, PPT, y otros partidos. Durante
la campaña electoral el actual presidente insistió en la necesidad de promulgar
una nueva constitución nacional. El pueblo así lo entendió y le concedió un
amplio apoyo absoluto al elegir las personas que integrarían la Asamblea
Nacional Constituyente, como cuyo objetivo era redactar la nueva constitución.
El nuevo texto constitucional se ratificó
mediante un referéndum celebrado el 15 de diciembre de 1999. El 30 de julio del
2000 es llamado nuevamente el pueblo para una consulta electoral y Hugo Chávez
Frías resulto elegido de nuevo para un período de 6 años.
PROCESO POLÍTICO
1. Gobierno de democracia participativa
(realización de dos referéndums)
2. Promulgo la constitución de 1999 en la
cual se elevo el período presidencial a 6 años y se permite la reelección
inmediata. Fue ratificado en julio del 2000 como presidente de la República.
3. Varias marchas y concentraciones tanto de
la oposición como del oficialismo. Sucesos que conmocionaron al país: como los
asesinatos de “Puente LLaguno” (11/04/2002), en la Plaza Francia Altamira
(06/12/2002) y Paseo los Ilustres (03/01/2003).
4. Un gran sector de la población se plegó al
paro nacional convocado por FEDECAMARA y la CTV desde el 2/12/2002, al cual se
unieron los trabajadores de PDVSA, hasta comienzo del 2003.
5. En el 2003, se solicita la activación de
un nuevo mecanismo constitucional para la revocatoria del mandato de
funcionarios públicos electos popularmente.
6. La moneda sufrió una fuerte devaluación.
Se estableció un control cambiario regulado por la comisión de administración
de divisas (CADIVI).
SUCESOS DE 11 DE ABRIL DE
2002
Luego de una marcha organizada por sectores
opuesto al gobierno y la muerte de varias personas en la calle cerca del
palacio de Miraflores, un grupo de militares y civiles depusieron al presidente
Hugo Chávez e instauraron un gobierno que se autodenomino de transición,
presidido por Pedro Carmona Estanga. Los poderes públicos fueron disueltos y
los gobernadores y alcaldes de país fueron destituidos. Finalmente, otro grupo
de militares y civiles exigió el respeto a las instituciones y a la
constitución. Carmona dejo el poder y Hugo Chávez reasumió la presidencia de la
República.
EL NEOLIBERALISMO COMO
IDEOLOGÍA
El modo más sutil que puede arbitrar una
ideología para imponerse y perdurar es proclamar la muerte de las ideologías y
mostrarse bajo otro semblante. Por ejemplo, la ciencia es lo que sucedió por
casi un siglo con el positivismo. La ciencia positiva hace las veces de la
política, la filosofía y la tecnología, siempre como evidencia apodíctica y
sagrada.
Eso pasa hoy con el neoliberalismo. Es un
modo de practicar la economía política que está alcanzando vigencia planetaria.
Pero el que esta práctica haya logrado imponerse no significa la convalidación
de sus postulados; solo atestigua la contundencia de los medios (tanto
políticos como económicos).
Se han demostrado que los organismos de decisión política o administrativa no
obedecen al tipo de comportamiento al puesto que postuló, con cierta
ingenuidad, el intervencionismo económico del siglo XX.
EL NEOLIBERALISMO COMO
IDEOLOGÍA POLÍTICO.
El postulado principal del neoliberalismo es
que la competencia pone a funcionar hasta el tope las energías latentes en los
individuos que conforman el todo social. Y así la extrema movilidad que se
genera, tras una etapa dolorosa de ajustes, provoca una necesidad de bienestar.
El estado no puede sobreproteger el pueblo.
EL NEOLIBERALISMO COMO
PROPUESTA ECONÓMICA
El neoliberales es una óptima filosofía que
tiene ramificaciones en todos los campos de las ciencias sociales los
neoliberales se dedican a ensalzar la competencia capitalista, afirmando que el
mecanismo de esta ultima garantiza automáticamente las mejores condiciones para
la evolución de las fuerzas productivas.
Una peculiaridad del neoliberalismo es que
combina la exaltación de la libre competencia y de la restauración automática
del equilibrio con el reconocimiento de la necesidad de la intromisión del
estado en la economía.
La argumentación del neoliberalismo es que la libre competencia es el estado
ideal de la economía, pero no siempre puede ponerse en vigor, porque los
monopolios la contrarrestan.
CARACTERÍSTICAS DEL
NEOLIBERALISMO ECONÓMICO.
Según el escritor venezolano Fernando Salas
Falcón:
1. Defiende un mercado alternativo
competitivo.
2. Acepta la introducción del estado en la
economía, como árbitro o promover de la libre competencia.
3. Se opone al acaparamiento y a la
especulación.
4. Se opone a la formación del monopolio y
oligopolios.
5. Se oponen a la fijación compulsiva de
salarios por el estado.
6. Se opone a la creación compulsiva de
empleo.
7. Se opone al gasto público democrático.
8. Defiende el libre comercio internacional.
LA REVOLUCIÓN SOCIAL
Un compromiso de todos para combatir la
pobreza, la inseguridad:
1. Educación para ciudadanía y la producción.
2. Formar un ciudadano sano y eficiente
protegido.
3. Trabajar por una vivienda y un hábitat
digno para todos.
4. Luchar por la equidad y la dignidad de
todos los venezolanos.
Nota: la población demanda creciente servicios de educación, salud, vivienda,
seguridad recreación, transporte… la clase media, antes poderosa y en
crecimiento, actualmente está debilitada. Obtener un título universitario ya no
es garantía de movilidad social; aumenta la marginalidad y la pobreza. Se
detecta problemas graves de desnutrición infantil y han insurgido nuevamente en
el país endemias como paludismo y cólera.
La corrupción se ha extendido a toda la
estructura del gobierno y alcanza hasta instituciones sindicales,
profesionales, gremiales, empresariales. La situación de pobreza en que se
encuentra la gran parte de los venezolanos impide la creación de riqueza y
comprometen nuestra estabilidad política y social. Por eso, la erradicación de
la pobreza es una tarea esencial para edificar un país próspero. Con armonía social y
verdadera democracia.
Por eso el presidente de la República Hugo
Chávez dijo el 28 de mayo: “Vengo a convocarlos para un verdadero salto hacia
el siglo XXI”.
Mencionaba el presidente; “los resultados de la política económica de mi
gobierno estará estrechamente vinculado a los objetivos sociales. La
participación de la sociedad en un proyecto centrado en mejorar el nivel y
calidad de vida de la gente. En mi gobierno se producirán más y mejores
servicios, en una acción coordinada e iniciativa privada.”
LA REVOLUCIÓN ECONÓMICA
Confianza, estabilidad, crecimiento económico y empleo.
1. Estabilidad, prosperidad y empleo.
2. La difícil coyuntura económica actual:
punto de partida de grandes cambios:
- Lineamientos de política macroeconómica.
- La reactivación económica y las políticas
sectoriales.
- Política industrial y comercio exterior.
- Industria petrolera y política energética.
- El papel del sector construcción.
- Energía eléctrica.
- Telecomunicación.
Tienen que desaparecer el estado empresario,
el estado productivo, para convertirse en un estado diseñador de políticas
regulado y controlado, prestando servicios dirigidos a mejorar una calidad de
vida del ciudadano.
Se notan importantes cambios en la orientación económica. A través de un
proceso de privatización de las empresas públicas. La economía venezolana
seguirá fundamentándose en nuestro principal recurso natural: el petróleo, el
reto planteado es saber aprovechar la renta petrolera para lograr el desarrollo
de los demás sectores productivos y una mejor calidad de vida del venezolano.
LA REVOLUCIÓN
DESCENTRALIZADA.
Para el desarrollo sustentable:
1. Ambiente.
2. Control de calidad ambiental urbana
3. Ordenamiento del territorio.
4. Conservación de recursos naturales renovables.
5. El agua.
6. Política de apoyo al sector agrícola.
7. Desarrollo del potencial turístico.
8. Infraestructura y servicios públicos.
VISIÓN PROSPECTIVA
Pensamos que entramos en el siglo XXI con una
visión realista de nuestra situación. En este sentido se adelantan políticas
que deben profundizarse y consolidarse, como las siguientes:
1.Reforma del Estado: este es uno de los
grandes retos que se ha propuesto el gobierno venezolano percibido por el
presidente Hugo Rafael Chávez Frías ya que ello le permitiría desarrollar
acciones concretas destinada a realizarlos; sin embargo la reforma implica
cambios en los órdenes político, administrativo, jurídico, económico, social y
educativo – cultural. Los temas principales que tienen planteado la reforma son
los siguientes:
- La reforma de Constitución de la República:
esto es fundamentalmente, porque en ella quedaría establecido el marco y
normativas generales sobre el cual debe producirse la reforma del estado.
- La Descentralización: implica cambios en la
concentración del poder político y en la administración del estado. Lo apoyan
cuatro instrumentos legales muy importantes:
§ Ley de elección y renovación de gobernadores.
§ Ley orgánica de régimen municipal.
§ Ley orgánica de descentralización y
transferencia de competencia del poder público, reforma de la ley orgánica del
sufragio.
§ Ley orgánica del consejo de la judicatura.
2. En lo educativo – cultural: el plan de acción de
Ministerio de Educación y Deporte, en la administración del presidente Hugo
Chávez, se plantea de manera concreta: “el estado debe mantener su rol
histórico en cuanto a responsable de las grandes directrices que orientan el
proceso educativo permanente de la nación y en cuanto garante de su
aplicación…”. El estado debe ser el eje de la sociedad educada, puesto que esa
es una de sus responsabilidades esenciales, pero aceptando que los agentes
educativos son y deben ser múltiples.
3. Política Exterior: la globalización económica y
homogenización cultural son razones poderosas para que nuestro país desarrolle
en el nuevo milenio una política exterior creativa, que le permita participar
con éxito en ese proceso, a riesgo de quedarnos atrapado en el pasado.
4. Los Partidos Políticos: son fundamentales para el
funcionamiento del sistema democrático, pero es necesario que se modernicen y
se pongan en sintonía con la sociedad civil. El partido político invadió casi
todas las actividades del ciudadano venezolano. Es necesario que definan muy
bien sus campos de acción, que sean verdaderos instrumentos para canalizar las
luchas sociales y promover los cambios de la sociedad.
5. Modernizar el Poder Judicial: desde un primer momento el presidente de la
República hizo énfasis en que era una necesidad de su gobierno hacen grandes
cambios en el poder judicial, para asegurar y profundizar la vigencia de un
estado democrático de derecho, que equilibra el funcionamiento de las distintas
normas del poder público.
El poder judicial, como administrador de la
justicia, es la llave de todo sistema democrático. Tenemos planteamiento y
hay que hacerlo, actualizar y modernizar el ordenamiento jurídico, garantizar,
la plena autonomía del poder judicial y al profesionalización y
despartidización de la administración de justicia.”
Hemos adelantado en esos cambios con la promulgación del nuevo código procesal
penal, la ley orgánica de procedimiento administrativo, la ley orgánica de
salvaguardia del patrimonio público, ley de carrera judicial, ley del poder
judicial y la ley orgánica del consejo de la judicatura.
El ciudadano clama por un mejor
funcionamiento de la justicia en el país. Mientras ello no ocurra viviremos una
democracia incompleta. Eso es uno de los grandes retos de la República
Bolivariana de Venezuela y del gobierno del presidente Hugo Chávez para el
siglo XXI. Los colegios de abogados y los abogados tienen el compromiso de
luchar por el rescate del prestigio del ejercicio de su encomiable profesión.
6. En lo Jurídico: la
corrupción en la administración de justicia es evidente y es uno de los
principales vicios que atenta contra la estabilidad de las instituciones
democráticas. Es por ello que en este gobierno se ha luchado incansablemente
sobre este problema. El resumen de los elementos de la crisis son una realidad;
pero no son apocalípticos, frete a ellos se cuenta con un elemento humano
capacitado; recursos naturales en abundancia, infraestructura industrial, de
comunicación y transporte, planes educativos… que permitirán al país salir
triunfantes de esta situación.
REALIDAD
SOCIAL
La Realidad Social es
distinta de la realidad cognitiva biológica o individual, y consiste en las
tendencias socialmente aceptadas en una comunidad. Algunos estudiosos, como
John Searle, creen que la realidad social puede ser establecida separadamente
de la de cualquier individuo o de la ecología circundante (a diferencia de las
opiniones de la psicología perceptiva, incluyendo las de J. J. Gibson, y las
teorías económicas más ecológicas).
El principio mejor
conocido de la realidad social es "la gran mentira", que dice que una
mentira exagerada convence más fácilmente a la gente que una mentira realista.
Existen muchos ejemplos de esto en la política y la teología, por ejemplo, el
reclamo de que el emperador romano era de hecho un "dios", demuestra
que este principio fue conocido por los propagandistas de la antigüedad, y
sigue siendo aplicado hasta nuestros días.
Por un Nuevo
País:"...la voluntad legal del pueblo es mi soberana y mi ley" (Simón
Bolívar, 26/04/1825) En días pasados acudí a
un debate académico acerca de cuáles serían los órganos de conducción y
estrategias políticas apropiados para poner en práctica el "ejercicio
directo del poder constituyente del pueblo". Es indudable que, tal como lo
hemos expuesto en otras tantas oportunidades, la realidad socio política en
Venezuela, sobre todo después del 2D pasado, cambió sustantivamente. Aquello
fue un sismo de 9.8 grados en la escala de Richter. La guerra es mediática, de
cuarta generación, y por ahora, la estamos perdiendo. Es absolutamente
previsible que ahora se arrecien los ataques políticos de todo tipo, sobre todo
de carácter mediático, sin distingo de pueblo ni mercado consumidor de
cualquier género de contenidos mediáticos. Han apostado fuerte y no estiman
poca su ganancia.
La construcción de una auténtica sociedad
socialista sólo será posible mediante la profundización de la participación y el
protagonismo del pueblo. Pero uno de los mayores obstáculos para el avance de
la Revolución Bolivariana radica en la ideología individualista y clientela
arraigada en la burocracia que controla el aparato del Estado. Eso, amén de la
corrupción, impunidad y despilfarro de los dineros del estado, ya casi
generalizada. Factores idiosincráticos producto de los más perversos valores
inoculados en nuestro ancestro cultural.
DEBATES
IDEOLÓGICOS POPULARES
En principio, la
misma profundización del debate en el seno de las comunidades habrá de ir
generando las nuevas formas de organización política y estrategias de
coordinación con los demás actores de la sociedad. Preferimos hablar de
"coordinación" y no de "conducción", para cerrarle el paso
al virus del burocratismo, reproductor de las viejas formas de dominación que
es necesario desmontar.
Es el mismo género de
dominación del funcionario sobre el ciudadano, del profesional sobre el que
"no sabe nada", del hombre sobre la mujer, hasta llegar a la
explotación que ejerce el patrono sobre el trabajador, que es la relación de
dominación fundamental del sistema capitalista. Particularmente estoy
convencido de que el proceso de formación del PSUV ofrece muy buenas lecciones
acerca de "cómo no se debe proceder" para no repetir los mismos
errores del pasado.
Experiencias
recientes señalan prácticas de nombramiento "a dedo" de los jefes
partidistas, directrices centralisas y excluyentes, líneas autocráticas y
prácticas nepotistas y hegemónicas en la formación de cuadros dirigenciales de
estas unidades de base popular. Todo esto ha devenido en un desencanto y
disminución creciente de la militancia, lo que ha minado la participación y
vitalidad de los batallones e incrementado la ineficiencia del partido para
llevar adelante los futuros retos de esta organización partidista.
NUEVO
ESCENARIO, NUEVA CONSCIENCIA
El nuevo escenario
que planteamos supone el liderazgo del comandante presidente, con el apoyo de
un equipo de colaboradores de probada conciencia revolucionaria, actuando como
"facilitador" del proceso de construcción colectiva del modelo
socialista, hacia el que hemos de ir avanzando progresivamente. Chávez debe
aprender a poner en práctica la antigua mayéutica socrática, que no era otra
cosa que el arte de "ayudar a parir" de las comadronas.
El estilo de mando
del jefe militar que da órdenes terminantes a su pelotón, debe reservárselo
para tareas puntuales y de emergencia, y no para una tarea tan compleja como la
maduración de una conciencia y una práctica socialista a nivel nacional. Esto
amerita paciencia, autodisciplina para dejar hablar y saber escuchar, y una
metodología de sistematización de la experiencia colectiva que permita
recopilar y estructurar las propuestas de manera efectiva.
Los problemas locales
servirán, en un primer momento, de materia prima ó insumos socio políticos,
factores desencadenantes de un proceso de evolución endógena, que permitirá a
los involucrados cobrar conciencia de su situación socio-política concreta y de
la necesidad de construir colectivamente las respuestas teóricas y soluciones
prácticas a sus problemas. Pensamos que un tema
como el de la reforma constitucional, tendrá que ser dejado en un segundo
plano, por ahora. En lo sucesivo, temas estructurales como la inseguridad, la
producción y el empleo habrán de ser el pivote central de cualesquiera
estrategias públicas para incentivar la participación popular. Han de pulsarse
muy bien los temas que la gente percibe como prioritarios. El otro tema:
La producción y el
abastecimiento. Se debe ir hacia una Red Nacional de Consumidores de la mano de
los consejos comunales. La sola activación de una dinámica de esta naturaleza
ya implicaría un salto cualitativo importante. Una reestructuración de las
relaciones de poder para hacerlas cada vez más horizontales. En pocas palabras,
su puesta en marcha significaría la emergencia de un estado de conciencia
socialista en un número cada vez mayor de ciudadanos y comunidades.
LA
OPOSICIÓN: ENTRE SU PROPIO DESCONCIERTO Y EL DESENCANTO POPULAR
No hay que perder de
vista que la oposición va a estar actuando simultáneamente para desactivar
cualquier intento de organización popular desde las bases, (incluso desde el
interior de las instituciones del Estado); ello lo hará para infiltrarlo, para
desviarlo, pero estos mismos intentos deberán ser aprovechados como
catalizadores de las respuestas tácticas y organizativas del pueblo.
De este mismo proceso
de construcción colectiva del poder constituyente y de eventual diseño de una
nueva Constitución, irán emergiendo iniciativas concretas de contraloría
social, de planificación comunal, de desplazamiento de autoridades ineficientes
o corruptas. Y lo que es más importante, de reemplazo progresivo de la burocracia
clientelar por las estructuras de coordinación popular para la administración
de lo público que el empoderamiento de las comunidades irá produciendo. Pero
insistimos, sólo el ejercicio del poder constituyente por las comunidades
populares organizadas, hará posible el nacimiento de la más auténtica
Constitución Revolucionaria que ninguna manipulación oligárquica ni coacción
imperialista podrán arrebatarnos. La historia nos observa,...m Por un Nuevo
País:", a voluntad legal del pueblo es mi soberana y mi ley" (Simón
Bolívar, 26/04/1825)En días pasados acudí a un debate académico acerca de
cuáles serían los órganos de conducción y estrategias políticas apropiados para
poner en práctica el "ejercicio directo del poder constituyente del
pueblo".
Es indudable que, tal
como lo hemos expuesto en otras tantas oportunidades, la realidad socio
política en Venezuela, sobre todo después del 2D pasado, cambió
sustantivamente. Aquello fue un sismo de 9.8 grados en la escala de Ritcher. La
guerra es mediática, de cuarta generación, y por ahora, la estamos perdiendo. Es
absolutamente previsible que ahora se arrecien los ataques políticos de todo
tipo, sobre todo de carácter mediático, sin distingo de pueblo ni mercado
consumidor de cualquier género de contenidos mediáticos.
Han apostado fuerte y
no estiman poca su ganancia. La construcción de una auténtica sociedad
socialista sólo será posible mediante la profundización de la participación y
el protagonismo del pueblo. Pero uno de los mayores obstáculos para el avance
de la Revolución Bolivariana radica en la ideología individualista y clientelar
arraigada en la burocracia que controla el aparato del Estado. Eso, amén de la
corrupción, impunidad y despilfarro de los dineros del estado, ya casi
generalizada. Factores idiosincráticos producto de los más perversos valores
inoculados en nuestro ancestro cultural.
Este estamento
burocrático puede llegar a convertirse en un auténtico Caballo de Troya, capaz
de hacer fracasar cualquier iniciativa de transformación social que ponga en
riesgo sus privilegios políticos y prerrogativas económicas. En consecuencia,
se habrá de ser muy cautelosos a la hora de definir cuáles habrán de ser los
"órganos de conducción" del poder constituyente del pueblo, puesto
que cualquier estructura directiva concebida a priori podría convertirse en un
atajo por el que intente colársenos de nuevo la lógica verticalista,
secuestradora de la soberanía popular.
LOS
5 MOTORES DE LA NUEVA ETAPA
REVOLUCIONARIA: POSIBILIDAD PARA HEGEMONÍA POPULAR. PRIMER
MOTOR: LEY HABILITANTE
Definitivamente,
desde el mismo momento que Chávez asume la presidencia de la República en 1999,
las mayorías populares asumieron su Proyecto de País como de su pertenencia; y
de igual manera, desde entonces, los sectores minoritarios que siempre han
ostentado el poder económico e influían de manera determinante sobre el poder
político en el país, han sentido que dicho proyecto entra en contradicción con
sus intereses; y el hecho de que esos sectores de la oligarquía —con el
estímulo imperialista— hayan enfrentado el gobierno de Chávez y —no obstante los
resultados electorales del 3 de Diciembre 2006— lo sigan haciendo, a riesgo
incluso de los privilegios que injustamente aún poseen (Ej.: Concesión de la
televisora Rctv-Canal 2) establece la anterior afirmación como verdad
irrefutable.
Pero
para que esa apreciación de las mayorías populares, además de perceptiva, se
concrete en la realidad, hay que asumir la Propuesta presidencial de Ley
Habilitante (PLH) y de la reforma constitucional, como la oportunidad de esas
mayorías para impulsar la instauración de la hegemonía popular. En ese sentido,
el presidente Chávez, con el irrebatible fundamento del “mandato otorgado
contundentemente por las mayorías populares el 03 de diciembre de 2006,
relativo a la dirección y el sentido social, marcadamente igualitario e
inclusivo que debe distinguir las actuaciones del Ejecutivo y en general del
Estado venezolano”, ha solicitado a la Asamblea Nacional, mediante la PLH, que
le otorguen poderes especiales para legislar en los ámbitos de:
1.
Transformación de las instituciones del Estado;
2.
Participación Popular;
3.
Valores Esenciales del Ejercicio de la Función Pública;
4.
Económico y Social;
5.
Financiero y Tributario;
6.
Ciencia y Tecnología;
7.
Ordenación Territorial;
8.
Seguridad y Defensa;
9.
Infraestructura, Transporte y Servicios.
Segundo
Motor: Reforma Constitucional. La aplicación del
modelo establecido en la Constitución, en sus siete años de vigencia —tal como
lo ha apreciado el propio presidente Chávez— ha evidenciado, ante la realidad y
las exigencias colectivas de avanzar en la construcción de la participación
protagónica que la misma anuncia, algunos obstáculos, así como contradicciones
inmersas en ella, como de la realidad política que se ha venido configurando en
el país con la participación popular.
Los
obstáculos, entre otros, están representados por la todavía existencia de
instancias de intermediación burocráticas, tanto sociales: como los partidos
políticos; e institucionales: como las presentes en el aparato gubernamental;
las cuales se interponen entre el colectivo y el verdadero ejercicio del poder
por parte de las mayorías. De igual manera, resulta innegable la presencia, en
la Constitución y en las leyes derivadas de ella, de algunas disposiciones, que
en el campo económico se enfrentan a la construcción de una sociedad orientada
a la preeminencia de los sectores populares.
En
tanto, que entre las contradicciones que se manifiestan en las disposiciones de
la Carta Magna, se evidencian, entre otras, la estipulada en el artículo 5, según
la cual “la soberanía reside en el pueblo”, quien la ejercerá en las formas
previstas en esa Constitución, frente a otras disposiciones de la misma que
niegan tal condición, ya que le colocan limitantes a esa facultad soberana,
resultando así dichas disposiciones, antidemocráticas.
Ante
tal situación, el presidente Chávez ha propuesto la Explosión del Poder Comunal
o Popular, la cual debe conducir a la profundización —constitucional y legal—
del régimen del Poder Popular, para avanzar hacia la instauración de la
Hegemonía Popular; es decir: el gobierno de las mayorías populares, que dicho
sea, ya se inició con la creación de los consejos comunales, pero para su
desarrollo y consolidación se amerita que a los mismos, y demás instancias
similares que en los otros niveles de la sociedad se establezcan, se les dote
de la suficiente capacidad para ir desplazando las estructuras burocráticas
heredadas del Estado capitalista, asumiendo sus roles en una nueva concepción.
¿Quiénes
son las mayorías? Fundamentalmente los venezolanos y las venezolanas
pertenecientes a los denominados sectores “D” y “E” (pobres) y el denominado
sector “C” (clase media baja), pero también buena parte de aquellos que —como
resultado de un proceso de alienación— se creen del sector “B” (clase media
alta), cuando en realidad —como dice Evo Morales— son clase a medias. Pero
estas mayorías, para poder avanzar en la construcción del Poder Popular, deben
interpretarse y asumirse como tales en su conjunto, y no en la perversidad
divisorial y sectaria de formas como el sindicalismo o el gremialismo, que son
herencias del partidismo (de parte, fracción), que si tienen razón de ser en un
régimen capitalista, en uno colectivista son contrarias a la unidad y
organización popular.
De
este modo, se habrá de establecer nuevas modalidades asociativas, cuya
participación y exigencias se canalicen a través de las instancias de
participación y decisión ciudadana, que al corresponder a las comunidades y
formar parte todos los ciudadanos y las ciudadanas a las mismas, en ellas,
desde ellas y por ellas, el beneficio colectivo implique el logro individual. Tercer Motor: Moral y Luces.
Si
estamos de acuerdo, en que con la reforma constitucional se aspira lograr la
instauración de un modelo político-económico-social que exija el concurso de
todos, de acuerdo a nuestras capacidades; y procure la garantía de que sus
resultados favorezcan a los sectores sociales, en proporción a las necesidades
de cada uno de los mismos (de cada cual según su capacidad y a cada quien según
su necesidad), éste sólo será posible mediante el ejercicio directo del poder
por parte de las mayorías, para avanzar hacia lo que conocemos —hasta ahora en
teoría— como la esencia fundamental de la democracia: gobierno del pueblo (las
mayorías), por el pueblo y para el pueblo —que es una enunciación griega, no
lincolniana.
Y
si logramos encaminarnos hacia algo semejante, estaremos definitivamente
construyendo el Sueño del Socialismo. ¿Cuál Socialismo? El de siempre. El mismo
de la aspiración (sueño) milenaria de la humanidad de alcanzar un estadio de
vida de justicia e igualdad política, económica y social. El de la revelación
cristiana de que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos, porque como
humanos somos iguales.
Ese
Socialismo que, como reiteradamente viene rescatando el presidente Chávez,
proyectó Simón Bolívar 29 años antes de la publicación del Manifiesto Comunista
de Marx y Engels, al exponer en 1819, que: “El mejor gobierno es aquel que
garantice la mayor suma de seguridad social, la mayor suma de felicidad posible
y la mayor suma de estabilidad política”. Pero para que la mayor suma de
seguridad social sea una realidad, tiene que incluirse a las grandes mayorías
aún desterradas de tal derecho; mientras que la mayor suma de estabilidad
política sólo es posible mediante la instauración de un sistema que asegure la
participación directa, decisiva, efectiva y para siempre de las grandes
mayorías, de modo que pueda traducirse en la mayor suma de felicidad posible.
Un
socialismo, que en lo económico, le dé preeminencia a las modalidades
asociativas y de producción del cooperativismo, la autogestión y la cogestión;
donde la iniciativa privada se enmarque en la corresponsabilidad social
empresa-comunidad, de manera que además de las obligaciones impositivas
tradicionales —y bajo el control del Estado—, dicha iniciativa posea
responsabilidad con el desarrollo y el bienestar de la comunidad o las
comunidades donde se establezca; y el Estado, por su parte y cuando así se
amerite, pueda auxiliarla. En tanto que la inversión extranjera, y sólo en
aquellas áreas que sea requerida para el desarrollo nacional, se dé en
asociación con el Estado, de empresas de éste con otras igualmente estatales,
conservando el país la supremacía en tales asociaciones, para salvaguardar la
soberanía nacional. El Socialismo —en Venezuela y en cualquier parte del mundo—
para que en verdad lo sea, será el resultado del continúo experimentar
colectivo (inventamos o erramos) por alcanzar esa sociedad soñada, y que ahora
se presenta posible, pero sólo si todos y todas llegamos a la comprensión de
que para ello es necesario, definitivamente, cambiar nuestra manera de pensar
sobre nosotros y los demás, para poder cambiar la manera de relacionarnos con
la sociedad, y alcanzar una clara identificación y decidido compromiso con el
Proyecto de País: El Socialismo.
Es
aquí donde cobra importancia capital la jornada de educación popular e
ideológica Moral y Luces, anunciada por el Presidente, que nos debe llevar a
los más altos niveles de conciencia y comprensión de nuestra responsabilidad en
la construcción de la nueva sociedad. Cuarto Motor: Nueva Geometría del Poder. Se ha planteado ya la necesidad de que, más allá de los
consejos comunales —que son la base fundamental para la instauración de la
Hegemonía Popular— se establezcan instancias de participación y decisión
ciudadana en los niveles parroquial, municipal y nacional, que vayan
desplazando las estructuras burocráticas heredadas del viejo Estado, con las
cuales no se podrá avanzar en la construcción del Socialismo, ya que por
responder a una concepción individualista, que impulsa a los funcionarios al
desmedido afán de lucro y no al servicio colectivo, en su conjunto deviene en
un fin en sí mismo.
En
esta orientación, el Presidente ha propuesto —fundado en el Artículo 16 de la
Constitución Nacional— la creación de los territorios o ciudades federales.
Pero, a nuestra apreciación, sería más pertinente, para de verdad lograr la
Explosión del Poder Popular en toda la sociedad venezolana y a un mismo tiempo,
instituir en los niveles ya anunciados, las instancias de participación y
decisión ciudadana, precisamente como la concreción del Poder Popular, del
ejercicio directo y efectivo del poder por parte de los ciudadanos, y ya no con
la intermediación de estructuras partidistas o burocráticas institucionales; y
en ese sentido, lo contemplado sobre esta materia en el proyecto de Ley de
Participación Ciudadana y del Poder Popular, podría servir de base para la
formulación de estas nuevas estructuras. Quinto
Motor: Explosión del Poder Popular.
Si lo que realmente
procuramos es el desmontaje del viejo aparato político del país, para abrirle
cauce a uno que otorgue el poder directamente al pueblo, resultará necesario
suprimir las aún persistentes intermediaciones de las organizaciones políticas
y de las estructuras burocráticas gubernamentales, entre el ejercicio del poder
y el Pueblo, para que la Explosión del Poder Popular impulse la instauración de
la hegemonía popular, ya activada con la creación de los consejos comunales,
pero desarrollando dicha forma de participación y decisión ciudadana también en
lo parroquial, municipal, regional y nacional, para reemplazar con ella las
estructuras políticas de poder de la sociedad a superar en esos mismos niveles;
y de igual manera, garantizándosele al pueblo que nunca más élite alguna —en su
supuesta representación— lo desplace del poder. En esto, de manera responsable, habrá de
considerarse igualmente la actual universalidad del voto presidencial, porque
si no se establece de manera definitiva y para siempre el régimen del Poder
Popular en Venezuela, que es la hegemonía popular: el Gobierno de las Mayorías,
en este esfuerzo sólo lograremos, aunque con una segura historia romántica
—pero también confiscando la esperanza de los pobres del mundo—, arar, otra
vez, en el mar.